martes, 4 de noviembre de 2014

DESASTRES

Los desastres empiezan con risas. 

Empezamos insultándonos entre besos y caricias. En ese momento no pensamos que llegaríamos a esto nunca. Era impensable.
Pero ya ves, aquí estamos.

Empezamos tonteando un día en la parada de autobús. Fue el destino, coincidimos los dos. Todos los días a las 7:33 te veía aparecer por la esquina de la calle, y desde el primer instante pensé que serías algo maravilloso en mi vida. Me equivoqué

El primer día solo te miré. Pero tú a mí en ningún momento. El segundo pasó igual que el anterior, y el siguiente, y el siguiente... Tú estabas en tu burbuja de Rock&Roll, con tus cascos puestos, el mundo no existía para ti. Pero todo cambió cuando un día apareciste sin ellos. Sin tu eterna distracción.
Esa fue la primera vez que me miraste y luego sonreíste
A partir de ese momento todo fue diferente. Nos fuimos convirtiendo en otras personas cuando estábamos juntos. 
Hasta que todo terminó y volviste a tu mundo. 

En una ocasión me confesaste que sí te habías fijado en mí el primer día. Yo como una tonta me lo creí. Hasta que poco a poco me fui acostumbrando a tus mentiras.


Volvimos a ser nosotros mismos. 
Entendí que no eras tú. No eras esa persona que creí ver ese día en la parada de autobús. Siento no haberme dado cuenta antes. 


Volvimos a ser nosotros mismos. 

Yo cambié. Y tú, tú te volviste aponer tus cascos para escaparte una vez más a tu mundo de Rock&Roll.

No hay comentarios:

Publicar un comentario